2. La subordinación adverbial. Segundo tipo
Nuestro propósito es abordar el estudio de la sintaxis a partir de textos: que comprendas que el estudio sintáctico no es algo abstracto, relacionado, única y exclusivamente, con el análisis oracional; sino que va mucho más allá. Lee, por ejemplo, los poemas de Góngora. Sus juegos sintácticos (con hipérbatos) constituyen la base de muchos de sus poemas.
Hurtas mi vulto y, cuanto más le debe a tu pincel, dos veces peregrino, de espíritu vivaz el breve lino en las colores que sediento bebe, vanas cenizas temo al lino breve, Belga gentil, prosigue al hurto noble; Los siglos que en sus hojas cuenta un roble, |
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Luis de Góngora |
Retrato de Góngora Atribuido a Diego Velázquez. Wikimedia Commons. |
A lo largo de estos dos cursos, hemos atravesado muchos obstáculos: desde la oración simple, caracterizada por su sencillez, hasta los intríngulis de la compuesta. Hemos caminado despacito, pero sin pausa y ahora llegamos al final de nuestro trayecto y cumplimos nuestro objetivo inicial: conocer y analizar las distintas estructuras oracionales.
En este tema, vamos a abordar el estudio de lo que denominamos "subordinadas adverbiales impropias". ¿Las recuerdas?
Actividad
Las subordinadas adverbiales impropias no pueden sustituirse por un adverbio.
¿Cuáles son las subordinadas adverbiales impropias? Vamos a mostrártelas en este esquema:
Para realizar el análisis sintáctico de una oración subordinada, hemos hablado en múltiples ocasiones de la importancia de comenzar localizando el nexo que une la proposición principal con la subordinada. De esta forma, nos resultará sencillo determinar de qué tipo de oración subordinada se trata.
Actividad
Ven, que quiero verte.
La conjunción que, en esta ocasión, se entiende como equivalente a "porque": Ven, porque quiero verte. Ese es el sentido de esta oración. No se trataría, pues, de una sustantiva, sino de una adverbial causal (que vamos a estudiar en este tema).